Fue en 1995 cuando Manuel, nuestro maestro, decidió poner su primera tienda, ese espacio donde solo se vendían los productos que el elaboraba, no quería una tienda repleta de otros productos que pudieran restarle importancia a los suyos.
Con una cantidad limitada de referencias y un pan muy diferente al que otros tenían, abrió sus puertas, formó a uno de sus ojitos derechos, su hija Maribel. Poco a poco, esa primera tienda fue creciendo en productos y clientes. Un año después, La Colegiala ya tenía tres tiendas en Murcia y comenzaba a ser un referente en el mundo de la panadería artesana en Murcia
Hoy contamos con 40 establecimientos, 40 casos de éxito, 40 espacios donde la calidad, la artesanía y la salud se respira por los cuatro costados.